El próximo 14 de diciembre se cumplirán 2 años de aquella fatídica fecha en el que una multitud de Burgaleses se concentraron una fría y gélida noche para despedir con gritos y halagos la circulación del ferrocarril por el centro de la ciudad de Burgos, a las 22:30 de esa noche del 14-D, el Talgo Madrid-París tendría el honor de ser el último tren que atravesara las vías de tren que discurrían por su centro urbano de Burgos, ya que después de ese instante nunca más un tren volvería a pasar por el centro de la cuidad.
Esa noche, cientos de personas se concentraron con alegría y júbilo en la infinidad de pasos a nivel existentes el centro urbano.Todos los asistentes despidieron al tren al son de la música, petardos y sonrisas, mostrando que por fin habían derrotado al tren, se había derribado esa brecha arquitectónica que durante años había generado ruidos, atascos, atropellos mortales y en definitiva, grandes molestias a los vecinos.Como muestra de ello, se capta en este vídeo de youtube el último paso del Talgo :
Cada vez que veo este vídeo del último tren, se me ponen los pelos de punta ya que menuda jauría tuvo que aguantar el pobre maquinista por lo emocionada que estaba la gente en ese momento, que pensarían los viajeros que iban cenando plácidamente a bordo del tren al ver tal festejo.Incluso horas después seguían con celebraciones, celebración que en vez de despedida se convertiría en una bienvenida al tren por un nuevo enclave, por la nueva estación de Burgos que es la que está en funcionamiento en la actualidad.
Por fin Burgos tenía una estación moderna, preparada para recibir en unos años al AVE y dotada con las últimas tecnologías.Días después de la inauguración las viejas vías que discurrían por el centro urbano se retirarían para dar paso a la construcción de una Gran Avenida por donde antaño circulaba el ferrocarril.
Pero ha ido pasando el tiempo y muchas de esas gentes que esa noche sacaron el pañuelo, brindaron con champan, tiraron petardos o lloraron de alegría por tal triunfo para despedir el tren, ahora caen en la cuenta que la nueva estación está en las afueras de la cuidad, lejos de sus hogares.Antes caminando 5 minutos esas personas podían coger un tren que les llevaba a cualquier destino, incluso podían ir a París.En cambio, ahora para ir a Madrid, Barcelona, Bilbao o cualquier rincón de la geografía española en el tren, esos vecinos que antes tenían el privilegio de contar con el tren a menos de 5 minutos a pie de sus casas, ahora se quejan porque deben de apurar 5 kilómetros en taxi o en bus urbano, un bus urbano que tiene pocas frecuencias, en definitiva, la nueva estación les pilla muy a desmano.
¿No era eso lo que queríais?
Me da pena que Burgos desde esa fecha haya dado la espalda al ferrocarril pero así lo quisieron la mayoría de sus ciudadanos y ya no hay marcha atrás para que el tren vuelva de nuevo a surcar el centro de la ciudad, seguramente que nunca más lo hará.
Además a mi juicio, cuando he ido en tren a la nueva estación me ha transmitido una sensación de frialdad, tristeza y soledad.Nada que ver con la antigua, aquella que como pillaba a mano del centro, siempre estaba atiborrada de gente, jubilados, jóvenes, mozos, gente paseando por los andenes, ...
En definitiva, la antigua estación transmitía ese peculiar ambientillo a estación importante donde la salida/llegada de cada tren se convertía un acontecimiento que reunía a familias, amigos, conocidos que se congregaban para despedir o dar la bienvenida a los viajeros del tren, cosa que ya no sucede con la nueva estación, donde solo se ven a 2-3 personas o en el peor de los casos no encuentras a nadie esperando al tren o despidiendo al viajero.
Situaciones que serán irrepetibles, salvo que las cosas cambien mucho, por lo que sólo nos quedarán aquellos recuerdos que muchos de nosotros vivimos, muchos de ellos los guardamos en nuestras mentes como oro en paño, grandes recuerdos guardados con nostalgia de lo que era la antigua estación de Burgos hace más de 2 años.Incluso recuerdo haber estado varias noches en vela en la antigua estación burgalesa disfrutando ese ambiente ferroviario y he de decir que fue de lo mejorcito.Emociones que por desgracia ya nunca volverán a suceder y serán muy difíciles de olvidar.
Miedo da ver esos vídeos. Lo triste es que la historia de Burgos ni es la primera ni será la última. Pero bueno, dicen que no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Y así nos va.
ResponderEliminarUn saludo y enhorabuena por el blog.
Gracias por el comentario, la verdad es que como bien dices, esto mismo que ha sucedido en Burgos sucede también en Guadalajara, Segovia y Tarragona.
ResponderEliminarVeremos que ocurrirá en el futuro..
Un saludo.